En el caso del DF, y de nuestro país se ha estado aplicando una discriminación positiva en favor de la mujer, es decir los primeros carros del metro, el primer carro del metrobus, el programa atenea… sin aun buscar en la bibliografía, creo que esto ha logrado que el transporte sea más violento y también menos considerado con quienes debiera cuidar, como se supone que quienes son más frágiles y requieren «protección» y atención diferenciada tienen su propio espacio, lo demás del transporte se asume terreno del más fuerte.
Un efecto interesante de esto es que muchas mujeres prefieren viajar en el vagón general que hacerlo con sus pares, ya que encuentran mayor consideración.
Y es exactamente lo que creo que esta pasando y el punto medular del problema… pero tendré que dar una revisada a redalyc y otras fuentes… o de plano comenzar un ejercicio interesante y buscar que datos pudieran dar mayor información al respecto.
Precisamente al leer tu primer párrafo iba a comentarte lo que mencionas en el segundo :-) Regina siente mucho más agresivo el vagón de mujeres («cualquiera de ellas dispuesta a apuñalarte con la cuchara de rizar pestañas») que el común.
Recién que he estado usando más el metrobus en horas pico me ha sido más claro, en el metro me es invisible ya que los vagones reservados están lejos, en el metrobus son unos metros lo que los distingue y es terrible ver que en el espacio reservado sea donde menos ceden el asiento a quien lo necesita entre las propias mujeres, la gente mayor o personas con necesidades especiales.
En el metro, haciendo memoria y por tanto siendo totalmente anecdótico recuerdo que antes como había ancianos, niños madres con niños en brazos, ni siquiera se requería el anuncio de asiento reservado los propios usuarios te hacían saber que tuvieras consideración y me pasa a mi, cuando el vagón va lleno de hombres y me vienen empujando simplemente regreso los empujones o me pesco de un buen apoyo, el techo o la puerta y pues vamos a ver quien puede empujar más, no así cuando hay niños, mujeres y personas mayores, lo piensa uno y lo piensa más cuando toma consideración de que nosotros lease tu y yo, vemos cabezas en los vagones, no quiero imaginar lo que es ver casi nada unos 30 centímetros abajo…