Hoy me sentí al menos dos veces como en la película arriba citada… la primera, por visitar una zona donde los vecinos construyeron hace ya algún tiempo 15 o 20 años las casas en una cerradas, donde han colocado barricadas y guardias en las entradas… es un ambiente diferente donde uno puede ver a los niños jugando en las calles… por otro lado el regreso a una parte de la ciudad en donde no había estado hace unos 12 años… y puedo ver que pasando la calle justo a donde fui unas casuchas y todo el folclore de la colonia… unos chavos jugando fútbol un puesto de fritangas y hasta un buen bache, del otro lado de la calle una pared nuevecita y prístina de concreto, con muros de un buen grosor, altura y enrejado eléctrico, con almenas para seguridad… un complejo de departamentos entre lo que se puede definir otrora un cinturón de miseria, y de fondo un puente de los que el GDF ha estado construyendo (a medias), lo cual si no me causara tal contradicción, seria altamente divertido… y me pregunto donde vivo, cuanto faltara para que cerremos las calles con guardias y casetas de vigilancia o para construir muros y rejas electrificadas… hoy al estar en un cuarto lleno de pc’s de humo de cigarro y comida chatarra y al recordar que ya tuvimos nuestra primer inversión térmica del año… me parece que la película si la hubiera visto el día de hoy no me hubiera creído que era de ciencia ficción y mucho menos que era “apocalíptica”…
Ya me hacía falta una barra de chocolate…