Hace unos días, durante la semana pues, llegó a esta oficina Mathew, un estadounidense tipo Bill Gates, de 22 años de edad, vino a Guanajuato a aprender español como parte de los cursos de su escuela, la Universidad Pública de Alabahama, donde estudia Comunicaciones, que, explicado por él, es algo así como humanidades encaminadas a los negocios…
Aunque lleva tres semanas aquí, apenas llegó a la oficina para cumplir con un requisito de la escuela del Quijote, donde estudia, tiene que colaborar con un medio de comunicación, en el que preactique el idioma español, algo que le ha costado no poco trabajo, sobre todo porque dice que es lo más dificil…
En fin, durante la semana casi no tuve trato con él porque como casi siempre ando en la calle y peleandome con gente de comunicación social por datos o entrevistas, en realidad ni tiempo, hasta el jueves que tuvera una serie de eventos agendados y salidas al interior de la ciudad, más en la periferia, lo que le llamó la atención pues ya estaba cansado de eventos protocolarios y quería conocer más la ciudad, su gente y sus costumbres…
El buen tipo, todo niñote, muy serio y nada que ver con los gringos del spring break, me dijo que parte de lo que quería aprender de nuestra lengua eran sus modismos, porque esos no los enseñan en la escuela, dijo que si hay una clase, pero como que creo que no le satisfizo del todo…
Así que entrados en confianza, el con su español y yo con mi inglés, le enseñé algunos modismos, que van desde el chido, chale, coche y guacala hasta el piche, culero, puto, pendejo y le agregué un albur, que muy académicamente le expliqué que dichas palabras aunque son muy comunes en nuestro vocabulario deben ser aplicadas de acuerdo al contexto en el que se desenvuelve la plática… creo que le gustó la clase… jajaja
En fin, el pobre llegó conmigo y el fotografo a la oficina molido a las 4 de la tarde, solo tomó sus cosas y se despidió, escribió algo ayer, no se que haya sido, espero verlo, muero de la curiosidad saber que escribió sobre su salida acompañándome a trabajar… sobre todo pq me vio entablar dos que tres discuisiones por información jajaja…
Ayer, por fin, 15 días después, me sacaron el pedazo de diente que me quedaba, debo decir que primero estaba muy molesto, como casi los úlitmos dos días, pero lo que sucedió es que me hicieron esperar más de 40 minutos en la sala y yo aun no había terminado mi trabajo, así que ello contribuyó a mi ya de por si irritable actitud que hasta a mi me sacaba de onda…
De cualquier manera, luego de la consabida anestesia, me sacaron la raiz, me dolió un poco, el problema es que si tenía infección y debo inyectarme durante cinco días, despúes de la sesión con la doc ya tengo diente nuevo, cuando menos provisional y no tengo que preocuparme tanto por mi apariencia, aunque no quedó como yo habría deseado, es mejor que estar chimuelo…
Fuí, todo madreado y con el down a todo lo que da, a ver The Game, sale por supuesto, Keanu Reeves, su novia es, en la peli, nada más ni nada menos que Martha Higareda, jaja aunque me dio gusto verla ahí, de plano si se le nota su acento mexicanon, creo que esa era la intención por el tipo de trailer que estabamos viendo…
Reeves es un policía medio sucio, no corrupto pero si sucio que impone la ley violandola, está al servicio de alguién qe se sirve de él ya que sin saberlo le hace el trabajo sucio, en fin, es una peli como la de Trainning Day con Denzel W., en este caso la muerte de un poli destapa una cloaca, sale Hugh Laurie, si, mi querido Dr. House, es curioso, ahí se vemás viejo, calvo, flaco y sin el bastón como que no impone tanto como en la serie… buena peli con harta sangre, harta testosterona y que le quita el glamour de las series forenses a la policía gringa.
Como siempre, el actor de Matrix, siempre bien en su papel, me pregunto si todo lo que hace lo hace como en las pelis, wow… jajaja, en fin, si quieren verla, la recomiendo, pero ps la sangre aunque no es mucha quizá los ahuyente…
Hoy amanecí como doncella desvirgada, si bien, claro está no fue por ningun esfínter inferior, mis sábanas si amanecieron teñidas luego de que, producto de la extracción bucal, me mantuve sangrante toda la noche… me asusté un poco, luego me volví a dormir y nuevamente, la boca sangrante…
Me bañé, pasaron por mí, fuimos a Santa Rosa y de ahí a un viejo pueblo minero abandonado en el que solo viven algunas cuantas familias, es un lugar mágico, agradable, como para un día de campo, carne azada, bebidas espirituosas y grata compañía, ahí la gente es mu recelosa, no les gustan las fotos, no toleran a los fuereños que vienen a robarse a sus mujeres, pero que le van a hacer, ellas prefieren a los de afuera…

Entre caminos de piedra, subidas, bajadas, curvas caprichosas, música popular, el rudio del viento, las aves, las conversaciones y el sonido de la nada, todo se escucha y todo se pierde en el caminar pausado de la gente de ahí, donde parece que el tiempo no pasa…
Después fuimos a La Valenciana, bello pero simple… solo atracción de turismo extranjero, donde los precios son medio inflados y las piezas nada extraordinarias, aunque claro, siempre es agradable dar un vistazo por el templo…