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Seamos sinceros en algún momento de nuestras vidas hemos deseado matar a alguien, al que conduce el autobús o al tipo que esta delante nuestro en la fila del supermercado. La violencia y el hastió nos hace serés volubles que añadido a vivir bajo las presiones cotidianas nos hacen una bomba a punto de explotar ¿cuando? buena pregunta, tal vez ahora mismo. El que tu vecino tenga su estereo a todo volumen con esa tonadita musical que ya te tiene harto ¿no seria buen momento ahora mismo?

Max aub, un hombre que en su libro CRIMENES EJEMPLARES una recopilación de muchos cuentos cortos, nos presenta algo bien bonito, la violencia justificada, que la justificación sea la correcta como para privar de la vida ha alguien ahí se los dejo a su juicio, pero que te arrancan una mueca de sonrisa o ya de plano una carcajada eso no se puede negar y es lo gracioso es que no te sucedió a ti y eso es divertido ¿no?

Estábamos en el borde de la acera, esperando el paso. Los automóviles se seguían a toda marcha, el uno tras el otro, pegados por sus luces. No tuve más que empujar poquito. Llevábamos doce años de casados. No valía nada.

CRIMENES EJEMPLARES
Max Aub