Este texto lo escribo como hija, como hermana mayor, como estudiante de la Universidad Pedagógica 141 y, más que nada, como joven que vive, observa y cuestiona el mundo que le rodea. Lo escribo desde el lugar que ocupa una hermana mayor que aprende a ser ejemplo incluso cuando también tiene dudas y miedos; y desde el compromiso que implica formarme como futura docente y/o orientadora
Lo escribo en apoyo a mis compañeros de la Universidad Pedagógica Nacional, sede Ajusco, quienes en este momento se encuentran en paro, ejerciendo su derecho a manifestarse y a exigir condiciones dignas para su formación y para el futuro de la educación en nuestro país. Su lucha no es solo suya: es un reflejo de las problemáticas que atraviesan nuestros espacios educativos, de las carencias que se han normalizado y de la urgencia de una transformación real.
Lo escribo como un desahogo para mí, como joven estudiante que hoy elijo levantar la voz a mi manera no con gritos si no con lírica, no con violencia si no palabras este poema, inspirado en el histórico discurso del 2 de diciembre de 1972 de Salvador Allende, cuando afirmó con fuerza y convicción que “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica” Este es un recordatorio de que la juventud es impulso, es mirada crítica, es inconformidad ante la injusticia y, sobre todo, es posibilidad de cambio.
Te invito querido lector que leas esto con ojos críticos, a actuar ante una injusticia, pues somos seres históricos, somos hijos de quienes lucharon para nosotros estar aquí y lucharemos para los que vienen atrás de nosotros, pues somos la revolución.
ATTM: V.V.
Universidad Pedagógica Nacional 141
Guadalajara, Jalisco.



