Asi de rapidito fuimos a visitar a Angel a Ranajuato. Con todo y que hacia harta calorch alla (mucha mas que aca), pero era soportable gracias al aigre que circula alegremente entre los cerros.
Como ya es costumbre, nos divertimos mucho, compartimos, comimos como descosidos y nos reconocimos mas. Traigo hartos, muchos recuerdos 🙂 y una piel quemada marca lloraras 😛
Queda aun pendiente acabar de ver Startrek hahaha, que nos toco ver de regreso de Allende (no vayan a los churros de la doña Margarita Gralia, estan sobrevalorados y no estan asi de morirse), que Angel ponga mi tumbona de teca para disfrutar del paisaje la visitada a la alberca del vecino.
Gracias por estos dias 🙂