Si mis cuentas no me fallan ésta debe ser la número 12 (XII) pues la edición cero fue en el ya lejano año de 1997. Ya cuando las cosas tienen más de 10 años es porque estás ruco.

 

Lo feo de la situación es que todas esas cosas que pasaron uno las disfrutó con ganas, eso de quitarle a la gente sus animes y sus mangas y sus cómics y las hilachas con la amenaza de que si no se dejaban los ibas a maldecir, y eso de caerle a uno de los pocos amigos de siempre para que te dé de comer mientras ven los mangas y los cómics y los animes y las hilachas… bueno, las hilachas no, pero todo lo otro sí. Fue muy divertido también hacer todo eso mientras se vestían colores vivos que no combinaban bajo el sol africano de las costas tamaulipecas (y no, este sol no es africano, apenas ha logrado que no lleve chamarra al trabajo por ahora) y cuando al regresar a casa no hallabas a naiden, te cocinabas tu propia comida, lavabas tu ropa, la tele te daban sorpresas como Los caballeros de Kodai y Hugo el rey del judo, animes que por cierto ya tienen algunas muestritas en youtube. El soundtrack de la vida era de la radio tampiqueña (¿se han dado color de lo pinche que es la radio chilanga?) y otras miles de cosas que me parecían sumamente fregonas hasta que dejé de hacerlas y cuando intente volverlas a hacer me parecieron… ¿cómo decirlo?, ¿equis?, sin chiste?, ¿infantiles?, y otras que no regresarán como Best FM, la mejor estación de música en la historia de la vida… y otras que perdieron lo divertido cuando empecé a hacerlo diario en mi búsqueda de un camino propio.

 

Este viernes fue el playazo, el ceremonial del Sur de Tamaulipas que declara inaugurada la Semana Santa, la Pascua judía y la Semana Nacional del Mostrenco, ese día, nomás para que se den una idea de la clase de ambiente que se cargaba el último viernes de clases antes de los mencionados eventos, yo iba en chanclas a la escuela, usando una bermuda y una playera sin mangas, había otros que llegaban con un traje de baño puesto, una playera que igual podía tener mangas o no, pero sí tener alguna inscripción relacionada con la playa o la cerveza y de plano sin calzado. Las mujeres iban uniformadas: shorts de mezclilla y una playera, debajo obviamente llevaban su traje de baño, y también chanclas, pero ojo, eso era el caso de los que iban porque igual hay gente que de plano no iba.   

 

Terminaban las clases y la banda literalmente huía de la escuela…

 

Pero ya estuvo suave, estos años que nada más freelancié fue como una gran Semana Nacional del Mostrenco, casi eterna, pues hice lo que quise y en esta horrenda era de bronce eso cuesta mucho dinero. En fin, llegará el día en que yo podré vivir aunque sea algún tiempo de nuevo así, espero que sea aunque sea un año, y si se da, cuando termine tranquilamente podré poner mis recuerdos en una cajita y enterrarla y decir que ya no más.

 

Pero primero deberemos asegurarnos de tener esa última oportunidad.

 

Qué pinche rollo para decir nada más que estamos en Semana Santa la XII Semana Nacional del Mostrenco y que me gustaría volver a freelancear aunque sea por un año.

 

=====Qué bonito soy qué bonito soy cómo me quiero

 

=====

 

Tengo una conocida que era atractiva hasta que se volvió profunda y con mensaje… bueno, ya era, pero ahora es mucho más. Era atractiva no por su palmito sino por su personalidad, pero pasó por alguna tragedia personal que le movió las neuronas feo, y quedó pior.

 

Ahora pues se dedica a postear fotos suyas en 4chan, y los distinguidos usuarios de dicha letrina responden casi al unísono «Man the harpoons!», el caso es que me topé con su bitácora y en ella dice de ciertas estrellitas de la tele que son «feas, gordas y tontas».

 

No rebatiremos eso, porque tiene cierta razón… pero alguien debería decirle que la gente de 4chan no le dice «Man the harpoons!» nomás para trollearla… bueno, que sea alguien más.

 

Como diría el Hipopótamo: Pobrecito cocodrilo.

 

=====El regreso del hijo del chilango acalorado

 

=====

 

No desfallezcan mis niños, según el Servicio Meteorológico Nacional este año se podrían alcanzar hasta 40 grados centígrados en el Valle de Anáhuac, ahora que lo saben disfruten esta tibia temperatura que tenemos.

 

En fin, a descansar los huesos, que es justo y necesario.