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Recibía a Manuela todas las mañanas, como quien esta acostumbrado a recibir el periódico cada mañana en la puerta de su casa.
Era tan boba y sin sentido. Se la pasaba moviéndose por todo el sitio de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
Nunca se prestaba a una conversación, mustia y fría era siempre.
La conocí desde niño pero nos dejamos de frecuentar cuando……….
Después del gran éxito internacional MAURICIO ANTES DE COMER Y DESPUES DE IR AL BA