*****

La lluvia recorría su rostro cansado, había acabado con el dragón después de una fiera lucha.
Su encuentro fue casual, de repente sus miradas se encontraron en medio del bosque, no era el dragón mas majestuoso que el hubiera querido que fuera, pero por fin bestia y hombre y viceversa, se podía ver que en el rostro de ambos la angustia y la impotencia por saber quien seria el vencedor se apoderaba de toda su razón.
La bestia atesto el primer golpe un coletazo que fue a depositarse en el lodoso terreno, dio un paso adelante casi podía sentir el hediondo aliento del reptil que por un momento le descontrolo, con la voluntad que siempre le caracterizaba tomo el control de si mismo y hendió su poderosa espada en la parte interna de la mandíbula dejando muy mal herida a la criatura.
Así tan rápido como había empezado todo, así mismo había acabado.
Es muy difícil hoy en día encontrar dragones, así que tuvo que matar a un cocodrilo del zoológico.
Al otro día en el periódico:

«Fanático de historias épicas y juegos de rol mata ejemplar de cocodrilo en peligro de extinción, que fuera prestado por el gobierno australiano»

En fin hay cada idiota hoy en día