Unos de los primeros post de este blog[url]http://blografia.net/mostrenco/index.php?blog/show/De_poetas_malditos_y_otros_lastres.html[/url] -que entonces estaba en aquella divertida comunidad llamada anim-arte que todavía existe- trataba sobre uno de mis poetas favoritos: Miguel Othón Robledo.
Lo conocí por Renato Leduc, lo menciona en sus Obras Completas y hasta escribió el prólogo de una recopilación que justamente le hizo el Gobierno de Jalisco a este vate olvidado que, sin embargo, ha sido hasta ahora el único poeta verdaderamente maldito de nuestra república bananera que se distingue, junto con la producción de bananas, en la producción de poetas (en México hay más poetas que estiercol desde épocas coloniales).
Pues bien, pasó que quise buscar información nueva sobre este gran vate y resultó que según el orágoogle yo soy la máxima eminencia en el tema, pues ese post encabeza la primera página al respecto. No tenía semejante honor desde que este mismo blog apareció dentro de las primeras 5 menciones al INEHRM en el orágoogle, gracias a lo cual me corrieron.
Pero hay algo más, abajo tengo una respuesta que dice tal cual:
«Que buen comentario respecto a Miguel Othón Robledo, se nota que leiste a Leduc, realmente no se sabe mayor cosa del vate jaliciense pero debes de conocer la poesia que dice «Haz el milagro virgen María de que me amparen sus rubias trenzas…» si lo tienes te pido que me lo mandes, realmente un gran poeta, poco valorado debidamente. Alejandro»
Pues bien, mi estimado Alejandro Tavera: el poema que tú buscas es el siguiente:
Haz el prodigio… ¡Virgen María!…
de que me miren sus ojos claros,
de que me amparen sus rubias trenzas,
de que me nombren sus rojos labios…
Tú que vigilas cuando ella duerme,
entra en sus sueños más encantados…
para decirle que soy el héroe
del cuento rosa con que ha soñado.
Habla en secreto con sus secretos,
¡oh… buena virgen!… ¡Y haz el milagro
de que me amparen sus trenzas rubias,
de que me miren sus ojos claros !
Que hará en la vida mis desconsuelos,
que hará en las noches mi sobresalto,
si no me amparan sus trenzas rubias,
si no me nombran sus rojos labios…
Haz que se tiña con los rubores
por mí su frente, como los nardos,
y que leyendo mis pobres versos,
tiemblen los lirios que son sus manos.
Haz el prodigio…,¡ Virgen María !…
¡y a trueque ofrezco bordar tu manto
con los encajes de los luceros
y con la plata de los remansos !
Ya que me cabe la insigne gracia
de ser poeta… ¡seré tu bardo
para inclinarme sobre las aras
cuando me nombren sus rojos labios,
cuando me amparen sus trenzas rubias,
cuando me miren sus ojos claros !
Así clamaba, con fe sencilla,
en mis mejores y blandos años;
¡y me nombraron sus labios rojos,
y me ampararon sus trenzas rubias…
y me miraron sus ojos claros!
Mas como el tiempo pasa y destroza
todo el miraje que urde el encanto,
pasó el poema como la nube,
y el prisma roto mostró el engaño…
Y hoy… ¡Virgen Santa!… Si lo pudiera,
te pediría con fe de antaño
que desterraras de mi recuerdo
los labios rojos que me nombraron…
¡las rubias trenzas que me perdieron !…
¡los ojos claros que me engañaron!
Tal poema se encuentra aquí, gracias por seguir el blog [url]http://poemasconvoz.com/Laantiguaplegaria.html[/url].
Por lo demás, pasamos a hacer la meme.
Saludos a quienes los merezcan.
