Con la novedad de que estamos trabajando que da gusto y asistido a eventos de Social Media. Como ya lo he mencionado en posts me está interesando más hacer un cambio de rubro al ámbito de la edición digital por lo siguiente:
- El campo editorial está sobrepoblado de profesionales, por lo tanto los salarios son chafas.
- El campo de comunicación digital está apenas en pañales, en especial en lo relacionado a redes sociales.
- La comunicación mediante redes sociales se parece al sepso adolescente: todos quieren hacerlo, pero pocos saben de qué va la cosa.
- Oh sí, tengo mucho tiempo experimentando con ella y da la casualidad que tenemos una idea aproximada de cómo funcionan las cosas. ;)
Cosa de saberse vender y esperar la oportunidad para que las cosas se den solitas.
Ahora un mensaje de nuestros patrocinadores.
¿Violencia sin par?
Pues resulta que sí, esta década que recién terminó fue la menos violenta en posiblemente siglos, ustedes dirán, cha, y la Fallida Guerra contra el Narco© nos ha dejado 50 mil muertos, pero como sale en el artículo, en décadas anteriores hubo conflictos armados en los que las muertes se contaban por millones. Esto me recuerda en cierta manera lo que en cierto foro de Anónimos manejan como «La Faggotización de la Humanidad»: como la vida ya no es tan cruel con las personas, aquéllas se volvieron menos duras y más quejumbrosas que nunca, tantito calor y se derriten.
Esto me lleva a lo siguiente, pero antes otro mensaje de nuestros patrocinadores.
Veo gente muerta
Según este artículo, los 50 mil muertos de la ya mencionada Fallida Guerra contra el Narco© es una cifra más apantallante que nada, ¿por qué? Porque de esa cifra una mínima parte son gente inocente (los del fraccionamiento Salvácar, el niño muerto cuando los soldados le dieron un bazukazo al vehículo familiar, innocent bystanders, los que mataron en Torreónnomás pa calentar la plaza… ¿cuánta gente será?), el resto son soldados o fuerzas del orden abatidas en cumplimiento de su deber (o sea, al momento de firmar el contrato para ser tiras o sorchos sabían que a esto eso se arriesgaban) o bien narcs, asesinados, degollados, freídos, pozoleados, etcétera, que cuando decidieron dedicarse al negocio de los fármacos igual sabían a lo que le tiraban, y más de cuatro merecieron un suerte peor, por aquello de que uno puede morir sólo una vez.
Ojo, no digo que no importen esas muertes, cada una de esas muertes es dolorosa, pero las condiciones de guerra civil que se nos pintan todos los días está muy exagerada.
Wake me up when september ends II
Hace algún tiempo, escribí en este sitio lo que ocurrió no el martes 11 de septiembre de 2001, sino el sábado 8 de septiembre de 2001. Allí describí que fue precisamente en ese día que mi cuate Poncho, el amo del conocimiento inútil, y este que escribe inferimos que algo estaba por ocurrir como finalmente pasó, pero nunca escribí que fue lo que hice esa malhada fecha.
Polo Jasso (que ya entonces tenía al Cerdotado con un rating envidiable) escribió en su FB que su hermano lo despertó diciéndole que unos palestinos habían estrellado unos aviones en las Torres Gemelas y una ya se había caído. A mí nadie me despertó ya que mi hermanita y mi amá salieron temprano de casa, una a la chamba y la otra a su escuela, yo tenía clase a eso de las dos así que ni pa que molestar a un mostrenco baquetón holgazán… recuerdo haber escuchado en sueños que la gente pasaba diciendo que un avión se había embarrado en una de las torres… en fin, me levanté y prendí el radio como todos los días en esas épocas idas y escuché cosas muy feas en todas las estaciones, todas hablando del desastre, así que me dirigí a la tele y lo vi todo. Pasó una media hora y se cayó la primera torre, una hora aprox después se cayó la segunda y entonces sí todos a chillar.
Me lancé a la escuela y por algún motivo que no recuerdo se suspendió la clase, me fui a la chamba y encontré lo mismo: gente que veía la tele y hablaba de Nostradamus…
Y en la noche de ese día horrendo nos recetaron los de TV Azteca Atentado en las Torres Gemelas, la cual fue una de esas películas basadas en casos de la vidas, en esta vez se basó en el primer atentado perpetrado por Al Qaeda. La escena final es memorable: los miembros de la primera célula terrorista escapan en un helicóptero y mientras sobrevuelan el WTC, uno de ellos, con los ojos cuajados de odio, le dice a los demás.
La próxima vez derribaremos las torres.
Y como diría mi hijo Negrito: «Qué cosas, ¿no?
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