Hace algún tiempo, vi en el show de Andrés Oppenhaimer el debate sobre uno de los efectos inesperados de las remesas.
Allí comentaban que el hecho de que el papá o la mamá o los dos se fueran a Estados Unidos a trabajar, dejando a los hijos aquí y a cargo del dinero que consiguen para que lo administren, ha dado como consecuencia un fenómeno que llamaron