Estaba
leyendo cierto nuevo blog y recordé cómo era hace mucho tiempo, podré
ser un montón de cosas más de lo que era entonces, pero vaya, tenía un
sentido del humor mucho más desatado, más desenfadado.

Luego leí todo el último año de mi blog y me quedé con la idea de que me estoy amargando.

Y miren que este macros me ha inspirado a evitar los lloriqueos.

Pero
bueno, a veces me pregunto dónde quedó la diversión, extraño poder
reírme a costillas de cualquier cosa y pues últimamente me encuentro
sin ganas de reír.

No es porque me sienta particularmente triste, nomás no me ha dado la gana, y eso me preocupa.

Y
justamente esa sensación se me está incrustando más gracias a que mi
amá me dijo ya que la Enana empeoró desde que me fui de Tampico, sufrió
una serie de convulsiones y dejó de comer.

Volvió a comer un par de días, pero ya en la mañana no a amaneció.

Sí, la Enana ya está en el cielo de los perros.

Evito
pensar que haberme regresado haya sido lo que convenció a la Enana de
que no valía la pena vivir más. Enserio, las condiciones en las que
estaba viviendo ya eran más que precarias, así que haber sabido de su
muerte me da como un alivio.

De
cualquier modo la vida ha seguido, tenemos bronquitas y broncotas, una
gatuna negra que alimentar, planes, proyectos equis, pero también me
gustaría en algún momento regresar a ser la lacra que era en aquellos
viejos buenos tiempos, cuando no había ni revolución el desmadre era
normal.

Y bueno, ya me di una vuelta por revolución y patriotismo… Teh Horror Teh horror.