
Se me hizo escribir en mi blog, que ya estaba algo dejado de la mano, que nos han pasado algunas cosas entretenidas y que me han dejado pensando.
Harta chamba
No podía ser de otro modo, nos reconciliamos con una editorial de origen francés y ediciones iberoamericanas nos tiene harta fe, así que si consiguiese otra editorial que me suelte chamba cada mes ya podríamos asegurar que habrá teléfono todo el año.
Seguridad por fin
Noto que ya no dudo cuando trabajo, no me quedo contemplando si una frase/expresión/giro está bien o no, el uso continuo ayuda, el estudio igual… y por supuesto que también tenga mi caminito recorrido, casi 10 años ya, ayuda mucho más.
Los acentos ya no se me van, detecto perfectamente las incongruencias entre números, géneros, tiempos verbales y hasta modos (el subjuntivo es más útil de lo que parece) más la predilección ingenieril por la sencillez en la expresión («nosotros hemos visto un modo oportuno de mejorar vimos un área de oportunidad»)… ¿será posible hallar un trabajo en el campo editorial aprovechando lo que sabemos?

Territorio Mostrenco
Anduvimos por allá una semana a finales del año pasado (casi de ida y vuelta) y nos percatamos de lo cambiado que está.
2 cosas 2 saltan a la vista: está mucho muy tranquilo y irrealmente limpio para como estaba antes.
¿Qué pasó? Aventuro una hipótesis: No hay polecía.
Ya he dicho en este refugio de mutantes que mi mayor temor cuando vivía en Tampico no era encontrarme un ratero en el micro sino encontrarme en un lote baldío con una patrulla.
La policía del Sur de Tamaulipas era, irónicamente, la principal amenaza a la paz pública porque eran lo que permitía que el crimen organizado (y el desorganizado) medrara, para esos seres cubiertos de cebo el ciudadano nomás contaba como fuente de recursos, no estaban ellos pa protegerlos sino pa mantenerlos, a ellos y principalmente a sus jefes y a los jefes de sus jefes.
¿Qué pasa ahora? La policía fue disuelta y la vigilancia está a cargo del ejército. Eso afecta de muchas maneras a la población.
Primero que nada, los rondines no los realizan dos marranos sudorosos arriba de una camioneta desvencijada sino un convoy de al menos tres vehículos encabezados por un humm
er artillado (con una ametralladora calibre 50, la munición de dichos dispositivos son del grueso de una pila A) y atrás del hummer van unos vehículos con al menos 10 gentes perfectamente equipadas para tirar balazos, me dice la Suprema Matriarca que en un principio la gente les temía, pero que al ver que la cercanía de esos individuos afectaba la propensión a tirar bala de los peces menores, pues ya se habituaron a verlos como parte del paisaje.
Luego está cómo afectó a la delincuencia desorganizada, acá todos sabemos que los polecías dejan ir y hasta protegen en ocasiones a cierta clase de pesca menor a cambio de una modesta cooperación con el tomandante: el macuarro que asalta mujeres con una navaja.
A juzgar por la evidencia, el macuarro de marras encontró que es más difícil negociar con el operador de la ametralladora del hummer que emigrar a una población que sea más propicia para su modo y estilo de vida.
Por supuesto que siguen existiendo enfrentamientos entre grupos rivales de narcs y la extorsión a los pocos hombres pudientes que quedan en la zona es nefasta, haciendo que aquéllos mejor se vayan a vivir a Texas.
¿El regreso a Territorio Mostrenco será posible algún día?
Ése es mi sueño, y al menos veo que hay unos pequeños avances: por ejemplo, la playa Miramar ya cuenta con wifi, encontré que la plaza Jalisco es ya más parecida a otras que hay acá en el Defe, que hay otras que tienen un vago parecido a la del parque México, zonas peatonales y, sobre todo, la gente fina de Ciudad Madero por fin está posando sus piecitos en la tierra en lugar de avanzar flotando a 3 centímetros encima de ella.
Y si a eso le agregamos que es ya del conocimiento popular que el Sur de Tamaulipas vivirá del turismo una vez que Pemex sea vendido/demolido/muelto y que yo tengo mis conectes con el ámbito del Social Media aplicado al turismo…
Señales que antecederán mi regreso
Que los oxxos de allá comiencen a vender capuchinos Nescafé, no antes.
Y cerramos esto, que luego no tengo de qué más escribir.
