¡

Se suponía que a estas horas debería estar durmiendo en mi cestita de Territorio Mostrenco, o en su defecto, estar tratando de dormir en mi sillón de autobús, pero realmente se nos frustró. Paso a explicar:

Pasó que tras estar esperando el último examen del semestre con tanta ansiedad (grrrr) le hablé por teléfono a mi jefe de producción de la editorial de Naucalpan y esto fue:

-¿Qué onda, ése? ¿qué me cuentas, maistro?
-Nada nada, aquí nomás dándole al trabajo.
-Qué bueno, pus te informo que ando ya sin escuela.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *