Récord

El récord que logró Bob Beamon en los Juegos Olímpicos de esta divertida ciudad siempre me ha fascinado. ¿Cómo rayos pudo alguien lograr, con los métodos de entramiento y los conocimientos de medicina del deporte de entonces, algo que incluso actualmente es difícil de lograr?

Siempre he sostenido que la mentalización es una parte importante de cualquier éxito, sea deportivo o no. Recuerdo a cierto hombre fuerte llamado Mighty Atom que era algo chaparrón ni tampoco tenía nada que ver el fisicoculturista promedio aunque si estaba fibrudo el muchacho. Su número consistía en hacer moños con barras de hierro y cuando batallaba para doblar alguna barra repetía esta letanía a manera de mantra:

«Yo soy una persona y tú eres una humilde barra, yo tengo voluntad y tú no; soy más fuerte que tú entonces; es tu deber doblarte, te vas a doblar, te doblarás… vas a doblarte…» y la barra se doblaba.

¿Qué clase de mentalización tuvo el don Bob Beamon? Finalmente me di cuenta de lo que pasó, en este lado [url]http://observer.guardian.co.uk/osm/story/0,6903,766936,00.html[/url] en donde textualmente dice:

«…But the great Bob Beamon claimed that the only time he had sex immediately before a long jump competition was on the eve of his world record-shattering performance at the 1968 Mexico City Olympics.»

O sea… No fue Bob Beamon el que saltó, fue el amor posesionado de su cuerpo. Qué bonito, eso lo explica todo.

Saludos RTM
(Muy cursi esta noche de domingo)

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