Una de las cosas que más abomino de la Ciudad de México es que parece que todos quieren que les dé dinero: Campesino de la sierra norte de Puebla; marías con bebés narcotizados envueltos en sus jorongos; ruckers; mendigos, pedigüeños y pedinches de todas las condiciones y carácteristicas posibles. No digo que allá en Territorio Mostrenco no haya, y vaya que hay, pero al menos allá no me tengo que defender de ellos, ni me los encuentro en cada parada de micro, ni en cada calle…
Por cierto, soy aficionado a la Banda El Recodo de don Cruz Lizárraga.
Pero ahora les comentaré esta bonita anécdota:
Mi superiora me botó en cierta ocasión en el Viaducto, tras estar en la chamba. Me fui caminando a mi cantón, y atravesando Insurgentes se me acercó una güerita como de 40 y tantos, vestida en atuendo medio hippioso y me dice:
-Hola, ¿no quieres colaborar para resolver el problema de la Prostitución del Monasterio?
Escuché eso, puse cara de «ah jijo», y esta mujer se apresuró a aclarar:
-Sí, Monasterio es el nombre del país y Prostitución es su poblacion -Y acto seguido comenzó a balbucear como si fuera el Loco Valdés con su pulguita Colofox. Yo por mi parte saqué dos pesos y se los puse en la cajita que tenía, con una fotocopia de la imagen de San Charbel en el fondo.
Si me preguntan, esos dos pesos que le di a la señora se los ganó bien por mérito técnico y presentación artística.
En fin, curiosa ciudad ésta…
Jejejeje… bueno yo conozco de mas de uno que juraria que es el presidente de la republica… tambien me he encontrado con el gobernante del sol y con una que juraba era bruja… cual merito tecnico… tenemos un buen de enfermos mentales en las calles (digo en los hospitales estan solo los que pueden pagarlo)… chaz ;(