Siempre me falta tiempo para hacer cosas... supongo que a últimas fechas mi organización deja mucho qué desear... pero bueno...

El caso es que todos los años, desde que estoy en el departamento, me hago el propósito de poner el arbolito de Navidad desde el primero de Diciembre... y acabo poniéndolo apenas unos días antes del 24...

Eeeeen fin, hoy finalmente ya está listo. El arbolito está debidamente adornado y alumbrado y las luces de la ventana ya están puestas también. Y para "celebrar" tan augusto acontecimiento, preparé chocolate caliente.

Esta época del año me gustaba mucho cuando era pequeña porque en Nochebuena llegaban muchas visitas a casa de mis abuelos y nos dábamos vuelo jugando con otros primos. Conforme crecí y esas visitas disminuyeron mi manera de ver las fiestas también cambió. Sin embargo, eso fue para bien, pues la manera en que mi familia celebra las festividades siempre me ha dado mucho orgullo... pues toda la familia se reúne para orar, cantar y celebrar con los niños de casa.

Este año será diferente... habrá un lugar vacío y algunas lágrimas sin duda ocuparán su lugar... pero trataremos de estar alegres pensando en que esa persona desearía que así fuera... en mi caso, las lágrimas vienen cuando pienso en la enorme celebración y felicidad que habrá cuando él regrese... me lo imagino... y sé que el gozo será mayor a todo el sufrimiento...

Mientras tanto... seguiremos rezando...

"... Dulce madre no te alejes tu vista de mi no apartes ven conmigo a todas partes y nunca solo me dejes. Si me proteges tanto, como verdadera madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo..."

Un gran abrazo y muchas felicitaciones para todos.