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En realidad no siento nada y al mismo tiempo siento una gama de sensaciones que atormentan un poco mi cabeza.

Y es que se que algo anda mal, algo irrumpe en mi alma o lo que yo siento que es alma, aquel lugar en que se haya algo y no se sabe donde se encuentra; como en la novela en que se basara Asimov para escribir su viaje alucinante. A la deriva en los islotes Langerhans: Latitud 38º 54

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