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Jesús murió en la esquina arrabalera,
Ahí en la calle que da a la carretera.
Murió solo y despojado,
La fe lo había abandonado.

Sus palabras solo fueron rebaba,
Que una cuchilla afilada quitaba.

Dios dejo de existir.
Yo no tendría porque mentir.
Su nombre se gasto
Y el significado se perdió.

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En ocasiones me baño, me visto y preparo para salir, luego se me van las ganas pero ya estoy listo y salgo.

Algunas veces me sorprendo pensando cosas que no hubiera pensado pensar. Y me encuentro con que el nuevo punto de vista me hace traidor a como soy.

No hay peor traidor que el que se traiciona a si mismo.

Pero ¿quien me dice que yo soy yo, y no una imagen esculpida a semejanza de otra?

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Me doy cuenta ocasionalmente que ando mal y que debería cambiar.
Pero usualmente me doy la vuelta y sigo durmiendo.
Cierras los ojos y todo es tal y como debiera ser pero, no siempre como debe ser es como tendría que ser.
Hay cosas que no están donde deben y otras que simplemente ni están.
Así entonces te la pasas buscando y persiguiendo cosas que no están y que tal vez nunca fuero, toda tu vida pasa en la búsqueda desesperada, al final pasa la cosa mas absurda que te puedas imaginar para encontrar en el mismo lugar del que saliste lo que buscabas, como el lápiz perdido que buscas por horas para luego encontrarlo en la oreja, entonces te llega a la cabeza, que si no te mueves tal vez todo llegue a ti, pero creo que el meollo del asunto esta en moverse y no quedarse en el mismo lugar, conocer mundo y experimentar.