Hoy en la azotea

Muy bien hoy hace una buena tarde, el viento sopla y mueve las nubes, el aire trae sonidos de allá a lo lejos, sonidos reconocibles y a la vez desconocidos, por el origen del mismo.
Las nubes forman un espectáculo digno de detenerse por solo un momento.
Mirando hacia arriba tirado en el piso las nubes recorren su camino como si fuera la espuma del agua de mar al chocar con las rocas de alguna playa, en estos momentos de paz y tranquilidad no puedes mas que ser un espectador, una roca mas, que desde aquí entre las demás rocas ves pasar el tiempo inexorable.
En la azotea veo una pareja de aves en el eterno acto del flirteo.
El aire sigue jugando con los árboles y al chocar produce un sonido de vendaval de furia y el sol ocultándose en el horizonte.
Todo se mueve alrededor, tumbado en el suelo solo se puede ser observador y nada mas .
El exterior que nos hace entrar en el interior, y no somos mas que espectadores, torpes al describir paisajes y sentimientos colores y situaciones.
El rojo y el azul dan paso al marino y el negro sin que puedas hacer nada mas que esperar y mirar pasar la tarde y empezar la noche.

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