Recuerdos, emociones y familia…

Este fin de semana, aunque sea en viaje relampago fui a Hidalgo a ver a mis padres luego de que durante todo el año no haya acudido ni una sola vez.

Algunos recordarán la pesadilla que tuve en torno a mi familia y que en parte fue la que me orilló a decidir que me fuera a ver a los mios…

Es curioso como al ir a casa me siento ajeno, aunque reconfortado por el calor de hogar, pero en sentido opuesto me siento extraño en una casa que ya no es la mía a pesar de lo que mis padres me digan… 😛

Aun así me sentí muy bien de platicar con ellos, de ver como las cosas en casa están bien, al menos eso me hicieron creer, el crío de mi hermanito (de 21 años) parece que empieza a tomar rumbo y responsabilidad en su vida, de como mi mamá está más realajada, mi papá menos fúrico y todos en general más amables. 🙂

Lo que me dió tristeza es ver como pasa el tiempo y como este va minando poco a poco la juventud de mis padres, su salud y su ánimo. 🙁

Si bien en casa, desde que tengo uso de razón siempre ha sido común encontrar cajas de medicamentos a la mesa del comedor, siempre lo fueron vitamínas, suplementos alimenticios o algun otro fármaco que en realidad no es muy necesario, en cambio, ahora, recetas para mi padre por dolores extraños en articulaciones, al igual que mi mamá, órdenes médicas de análisis de laboratorio para detectar diabétes, hipertensión, osteoporosis o cualquiera de esas cosas, «de la edad».

Eso no me gusta mucho porque con el trabajo y lo poco que saco de este no puedo estar tan al pendiente físicamente como desearía estarlo… 🙁

Algo de ello platicaba con el buen Pingüino, amigo de la secundaria, quien tambien pasa por algo similar pero que él tiene la ventaja de hacerse cargo del negocio familiar y de no tener necesidades como las mías, tal vez sería cosa de desición, pero por ello cada quien paga sus precios..

La ventaja es que mi hermano, espero que sea verdad, poco a poco piensa en algo más serio, este fin me dijo que se quiere hacer cargo del negocio, lo que en cierta forma ya hace, eso les deja tiempo a mis padres, aunque mi madre como siempre, no quiere estar en casa, jajaja por eso se mete a cuanto curso puede o anda por algunas ciudades con su grupo de baile, ora dice que la invitan a Morelia en Noviempre… que bueno…:)

Me traje una violeta, unos duraznos, una rebanada de pan y unos dulces de casa… oh si, las madres, los padres y la vida son generosos conmigo… 😀

Con los amigos, bueno con J. L. fuimos el sábadaba a un pueblo, una mina de arena, para que cargaran su camión de volteo, osea lo acompañé en su chamba, bueno en realidad es algo más que eso, fuimos a dejar la carga y en el camino pues una larga plática para ponernos al día…. hay cosas que nunca cambian.

Por el contrario, con Neto pues las cosas están quebradas, por más que intentemos, ya murió, osea nos llevamos bien, nos toleramos, chupamos juntos pero hasta ahí… la amistad como las plantas, hay que regarlas para que florescan… este no es el caso…

Hoy por la mañana fuimos con mi madre al centro a comprar el desayuno, un rico menudo de borrego, nos atendió una chica que fue mi compañera de primaria, osea, si lo sé, ya llovió… jejeje…

Se llama Lupe, resulta que la vi y no pude evitar recordar que cuando niños, tal vez en tercero de primaria, con la maestra Estrella… bueno nos sentabamos hasta atrás, ella siempre gorda gorda y con una trensa enorme, yo siempre flaco e indefenso, jajajaja…. bueno una vez me hizo enojar pq siempre me pellizcaba, si como las gordas de la tv… pos que me enojo y que la tomo por las greñas, bueno trenza, la tenía bien amachinada, mientras ella me pellizcaba, yo más jalaba, tanto que sentí que tronó el cuero cabelludo, jajajajajaja, :D, se puso roja roja y me soltó, no sin dejarme un recuerdo de sus uñas en el brazo… jajajaja recuerdos….

Se lo conté a mi mamá y rió antre el recuerdo….

Lo mismo me pasó hace rato que andabamos en el centro, pasamos por una tienda, «Las Celas» así le conocemos todos los que hemos vivido allá, es una tienda de esas como las que ya casi no hay, un negocio viejo, más bien almacen, atendido por unas mujeres, ancianas, «señoritas» hay que decirles sino se enojan, familia de españoles o judios o mezcla de ambos, el chiste que su negocio es muy muy viejo, con aparadores gigantes de piso a techo, algo así como tres metros, por 10 de largo o mas.

El negocio está dividido en dos, de un lado entran los hombres a comprar una cerveza, (solo una) pa tomar ahi, si quieren algo más que sea para llevar, cervezas, botellas, cigarros, etc…

Del otro lado, el olor característico a encerrado, mezcla de aromas a detergente, azucar, sal, cloro, recuerdos, polvo, telarañas, viejo, madera, enojos, alegrías y tristezas…

Estas señoritas son algo asi como parte inseparable de mi infancia, pq mi padre, cuando me daba 50 centavos para gastar, si, ni mas ni menos, :), iba corriendo a la tienda, ponia sobre el mostrador de madera cubierto de lámina mis asombrosos recursos y pedia lo que me alcanzara de dulces de anís, menta, hierbabuena, una de ellas tomaba un papel de estraza, lo hacía cucurucho y entonces comenzaba a sacar de unos frasco, que aun viven, un dulce de uno, uno de otro y así hasta completar 50 centavos….

Pos hoy no resisti la tentación y cual niño de 5 años con una monedota fui con mi mamá a comprar… casi se me escurren las de San Pedro y mi mamá solo le daba risa de ver a si niño de 26 convertido en uno de 5… jajaja bellos recuerdos….

Ya de paso, quise recompenzar a mi mamá con un ramo de flores que armamos de tutifruti, le gustó… no lo quería aceptar pero sucumbió ante los claveles, las lilis y las rosas… en llegando a casa las colocó sobre agua e hicimos un arreglo más decente que «la promiscuidad floral» que nos armaron…

Así culminó mi visita a casa, con la promesa de mi hermano que vendrá en 15 días y la amenaza de mi madre de venir a ayudarme con la mudanza a Guanajuato…

Soy Feliz….. 😀

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